El médico digital: una realidad cotidiana
El e-doctor ya no es una novedad: los médicos españoles son multipantalla, completamente internautas, participan de las redes sociales y hacen uso con facilidad y bastante asiduidad en consulta de las aplicaciones móviles médicas, servicios digitales que prefieren si son integrados e independientes y profesionalizados y que más de la mitad de los facultativos utiliza ya delante del paciente. Este estudio, realizado por iDoctus y seis sociedades científicas (SEMG, SEGG, SEMI, SEPD, SEMES y S.E.N.) junto a Cegedim, pone de manifiesto que las aplicaciones médicas contribuyen a la sostenibilidad del sistema sanitario, ayudando a ahorrar tiempo y a mejorar la seguridad de médicos y pacientes, especialmente en cuanto a diagnóstico y prescripción.
Desde la izda: R. Alcázar (S.E.N.), JJ. Jusdado (FEMI), A. Díaz (iDoctus), B. Abarca (SEMG), M. Martínez (SEMG), C. del Arco (SEMES) y E. Sanzo (Cegedim)
Madrid, 15 de octubre del 2014. Ordenador, teléfono inteligente, tableta... “aunque en el primero siguen pasando más tiempo, los médicos españoles usan ya los dispositivos indistintamente, independientemente de su ubicación geográfica, su ámbito de ejercicio profesional e incluso su sexo y edad: tendencia creciente por su facilidad de uso y aplicabilidad inmediata en consulta”. Esta es una de las conclusiones que destaca Ángel Díaz, CEO y socio fundador de iDoctus, del segundo estudio Hábitos digitales del médico español, realizado con la colaboración de Cegedim junto a seis sociedades científicas españolas: de Médicos Generales y de Familia (SEMG), de Geriatría y Gerontología (SEGG), de Medicina Interna (SEMI), de Patología Digestiva (SEPD), de Urgencias y Emergencias (SEMES) y de Nefrología (S.E.N.), y que se ha presentado esta mañana en Madrid.
Por primera vez un estudio de estas características reúne a más de 7.400 especialistas. Y en él se recogen las preferencias según sus características profesionales, desde la Medicina General y de Familia, con un 42,7% de los participantes, hasta la Neurofisiología Clínica, que con un 0,1% encabeza el grupo de especialidades con menor representación. Hábitos digitales del médico español es un estudio observacional, realizado los meses de junio y julio de este mismo año, que perseguía los siguientes objetivos: entender el grado de uso actual que hacen los médicos de Internet y las aplicaciones móviles como vías de acceso a la información médica; valorar el nivel de uso y la satisfacción con las funcionalidades de estas aplicaciones y medir el impacto del uso de estas aplicaciones móviles médicas en la práctica clínica diaria.
Más doctoras tienen teléfonos inteligentes, más doctores con tabletas: pero ambos dispositivos tienden a la ubicuidad, independientemente de la edad.
Casi el 60% de los médicos utiliza ya los tres dispositivos para acceder a la información médica, y casi el 95% accede al menos por dos de ellos. El ordenador sigue siendo el dispositivo que utilizan durante más tiempo los médicos españoles (52,8% del tiempo). Sin embargo, de ese porcentaje se desprende también que tabletas (20,6%) y teléfonos inteligentes (26,6%) copan ya casi la mitad de los accesos de estos profesionales a la información médica.
Por sexos, aunque las cifras son bastante homogéneas, el detalle apunta que es mayor el porcentaje de doctoras que utilizan un teléfono inteligente (93,8% y 93,1% respectivamente), y las tornas se invierten si se contempla el uso de las tabletas, donde es mayor el porcentaje de doctores (67,6% y 61,35 respectivamente). Por franjas de edad, destacan como curiosidades que el porcentaje de penetración de las tabletas en los mayores de 60 años (un 68,2% afirman usarlas) es superior a la media, y el abismo entre ambos dispositivos en los menores de 30 años: un 98,1% utilizan el teléfono inteligente mientras que tan solo el 51,9% afirma disponer de tableta.
Más allá de datos anecdóticos, el hecho es que tanto teléfonos inteligentes como tabletas presentan porcentajes de penetración parejos independientemente de la especialidad, aunque el uso de los primeros está mucho más extendido (media de 94,1% vs. 66,1%).
Ahorro de tiempo y seguridad, los mayores beneficios de unas aplicaciones que los médicos ya utilizan también junto a sus pacientes, especialmente los médicos generales y de familia.
Este segundo estudio ha constatado la conclusión que ya se apuntaba en el primer estudio, realizado por iDoctus y la SEMG y presentado en septiembre del año pasado. En esta ocasión, el 73% de los encuestados reconoce que las aplicaciones médicas le ayudan a ahorrar tiempo, y el 88% concluye que incrementan la seguridad tanto en el diagnóstico como en la prescripción. Una seguridad que comparten con sus pacientes: casi la mitad de los médicos reconoce utilizar aplicaciones médicas delante de ellos, y el 45% cree necesario recomendarlas a sus pacientes, siempre que sean aplicaciones profesionales con aval científicomédico, “hecho que debería remarcarse de manera más contundente”, apostilla Benjamín Abarca, presidente de la SEMG, “si es importante que los ciudadanos sean conscientes de la necesidad de utilizar fuentes de confianza, más aún para temas médico-sanitarios”.
Esta interacción tecnológica con el paciente varía mucho según la especialidad: la Medicina General y de Familia presenta los porcentajes de uso (54,2%) y de recomendación (50,4%) más elevados.
Contemplando por ámbitos de trabajo ambas cuestiones a la par, uso y recomendación, son los cardiólogos y los médicos generales los únicos que se mantienen en el ‘top 5’ de ambos rankings. “En el caso de los médicos generales”, matiza Manuel Martínez, director del Área de Innovación y Nuevas Tecnologías de la SEMG, “la cercanía al paciente, el ser la puerta de entrada al sistema sanitario, da mayor preponderancia a su papel en la educación en salud, y quizá aquí se ve con mayor claridad que hoy en día el paciente necesitaría ‘desgooglelarizarse’ y no informarse sobre temas médicos desde el primer portal que se encuentren”. “La importancia de estas aplicaciones y de su certificación”, añade Juan José Jusdado, secretario de la Fundación Española de Medicina Interna (FEMI), “será creciente, dado que, por poner un ejemplo, nos son de gran utilidad en el seguimiento del paciente crónico complejo, también en el sentido de que esté más informado sobre su enfermedad y sea más
consciente de su propia implicación en su cuidado”.
Información en consulta y formación continuada son los servicios más utilizados, fiabilidad e integración son las cualidades más valoradas.
La mayoría de los médicos afirman que, del tiempo que utilizan los diferentes servicios digitales, la mayoría va dedicado a la información médica en consulta y a la formación médica continuada, concretamente entre 1 y cinco horas cada semana en sendos
casos.
Sin embargo, a las comunidades y redes sociales, de las que participa un 61,6% de los encuestados, la mayoría le dedica menos de una hora a la semana. Las redes generalistas son las que tienen mayor aceptación entre los médicos españoles, siendo facebook la que reconoce la mayoría. Las redes sociales especializadas, por el contrario, no reciben un gran seguimiento.
Respecto a las funcionalidades en consulta, el mayor interés que manifiestan los médicos españoles es por la información de referencia: guías clínicas, interacciones, medicamentos, estudios científicos, información sobre patologías, algoritmos... son los ítems que reconocen, junto a la formación continuada, de gran utilidad. Interés que se adecúa dependiendo de las necesidades que marca cada ámbito profesional. “Para nosotros”, ejemplifica Carmen del Arco, secretaria de formación de SEMES, “es importante poder acceder a información médica a cualquier hora y en cualquier lugar, porque nos desplazamos constantemente y quizá necesitemos cotejar algo a pies del paciente”.
En cuanto a las puertas de acceso a esta información, Google se erige como la puerta más ágil para llegar a la página deseada, e iDoctus se ratifica como referente entre unos profesionales que utilizan con mayor asiduidad las fuentes que facilitan información farmacológica o disponen de calculadoras médicas. En cualquier caso, los médicos valoran la independencia de las fuentes profesionales y mantienen el uso habitual de las institucionales. Y tenerlo todo en una sola aplicación sigue siendo lo que genera mayor acuerdo, porque “hoy el profesional está sobrecargado de información”, argumenta Roberto Alcázar, editor jefe de la revista Nefrología y responsable de la web de la S.E.N, “y poder seleccionar la que es relevante de manera ágil nos es imprescindible”.
Así, las aplicaciones médicas integradas, independientes y profesionalizadas son las que prefiere este colectivo, que ha incorporado las herramientas digitales como una de las piezas clave de su quehacer profesional cotidiano.